jueves, 10 de noviembre de 2011

Experimentos

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Realmente esta lleno o vacio
Cuando terminamos de beber agua de un vaso, decimos que está vacío. ¿Es realmente así?


Materiales necesarios
1 tapón de corcho
1 vaso transparente
1 tobo (balde) con agua 






 La experiencia

  1. Coloca el corcho en la superficie del agua del tobo (balde).
  2. Voltea el vaso, colócalo en el agua sobre el corcho; luego sumérgelo sosteniéndolo de manera vertical.
  3. Poco a poco, voltea el vaso.
  4. ¿Qué sucede?  La explicación

El vaso con aire sumergido en el agua se parece a las "campanas de buzo" que utilizaron nuestros ancestros para hacer trabajos debajo del agua, en los ríos. En 1.690, el físico inglés Edmund Halley descendió 18 metros de profundidad con la ayuda de una campana de buzo inventada por él. 



¡Un mapa climático de la piel! 

Cuando nos bañamos, ¿todas las zonas de la piel nos informan de la misma manera sobre la temperatura del agua?


Materiales necesarios
Un clavo grueso
1 fregadero (lavaplatos) 






La experiencia

Este experimento se hace en traje de baño

  1. Moja el clavo con agua fría y luego toca un lugar de tu cuerpo con su cabeza.
  2. Mójalo de nuevo y toca otro lugar de tu cuerpo, cercano al primero.
  3. Toca diferentes zonas del cuero (pie, frente, rodilla, codo, mano, barriga, ...). Nota las diferentes sensaciones de frío que observas.
  4. Haz de nuevo el experimento, pero esta vez pasando el clavo por agua caliente.
  5. ¿Sientes lo frío y lo caliente en los mismos lugares?  La explicación
La piel no siente el frío en todas partes; tampoco reacciona a lo caliente en todos los lugares. La temperatura se siente por dos tipos de receptores nerviosos en la piel.
Los receptores del frío, repartidos bajo la superficie, no son sensibles sino a temperaturas más bajas que la temperatura del cuerpo. Son muy numerosos, sin embargo, no están presentes en todas partes.
Los receptores del calor, situados más profundamente, son sensibles a temperaturas más elevadas que el calor del cuerpo. Son menos numerosos que los receptores del frío.

La aplicación

La temperatura en el interior de nuestro cuerpo es más o menos la misma en todas las circunstancias (alrededor de 37 °C). El papel de los receptores de calor y de frío de la piel es informar sobre riesgos exteriores de enfriamiento y de calentamiento. Una persona que no siente frío, tampoco siente escalofríos, no se abriga y, entonces, no se calienta, en caso de que haga mucho frío. La temperatura de su cuerpo corre el riesgo de bajar, lo cual sería muy peligroso para el funcionamiento del cuerpo. De la misma manera, alguien que no sienta calor corre el riesgo quemarse sin darse cuenta.
 


 ¡Una veleta graciosa!


Ir con la cara al viento en el campo es muy agradable. ¿La piel nos da alguna información sobre el entorno?

Materiales necesarios
Tu cara 



 La experiencia

Este experimento se hace en un día venteado, en el campo o en la ciudad (en un terreno sin edificios alrededor)

  1. Trata de encontrar de dónde viene el viento. Para ello gira sobre ti mismo hasta que sientas que te pega fuertemente en la cara. Ahora estás frente al viento.
  2. Haz de nuevo el experimento en el mismo lugar, pero en otros momentos.
  3. ¿Sientes diferencias en cuanto a la fuerza del viento? La experiencia Este experimento se hace en un día venteado, en el campo o en la ciudad (en un terreno sin edificios alrededor)
    1. Trata de encontrar de dónde viene el viento. Para ello gira sobre ti mismo hasta que sientas que te pega fuertemente en la cara. Ahora estás frente al viento.
    2. Haz de nuevo el experimento en el mismo lugar, pero en otros momentos.
    3. ¿Sientes diferencias en cuanto a la fuerza del viento?  La aplicación
Como la piel de nuestra cara es muy fina, también es muy frágil. Cuando hay mucho viento, ella se puede resecar y percibimos una sensación de quemazón, de picazón; por eso, es aconsejable usar crema en la cara, ya que forma una barrera que protege la piel del viento frío y de los rayos del sol.




¿Caliente o frío?, ¡no es tan simple! 
    Cuando algo quema, ¡es porque está caliente!. Cuando tiritamos, ¡es porque hace frío!. ¿Es fácil reconocer lo caliente y lo frío?


    Materiales necesarios
    1 vaso con agua tibia
    1 vaso con agua fría
    1 vaso con agua caliente del grifo (no muy caliente para no quemarte)



    La experiencia

    1. Sumerge un dedo en el agua fría y luego en la tibia.
    2. Hazlo de nuevo metiendo primero el dedo en el agua caliente y después en la tibia.
    3. ¿Realmente pusiste agua tibia en ese vaso?  La explicación
    El agua tibia parece caliente si tocamos primero el agua fría. En cambio, parece fría si el dedo acaba de salir del agua caliente.
    Los receptores nerviosos sensibles al calor de nuestros dedos informan al cerebro sobre la temperatura con respecto a una referencia. Así, si sumergimos primero el dedo en el agua fría, la tibia nos parece caliente, y a la inversa, al salir del agua caliente, todo nos parece más frío.


     La aplicación

    Los bebés necesitan tomar su baño a la temperatura exacta de 37 °C. Para verificar la temperatura del baño es indispensable tener un termómetro. Nuestra piel no es un indicador muy confiable, pues siempre está expuesta a la temperatura exterior, lo cual la lleva a establecer comparaciones. De hecho, cuando nos queremos bañar y verificamos la temperatura con la mano, a menudo nos llevamos una desagradable sorpresa. Entrando en la bañera, ¡el agua parece siempre caliente, en aquellos sitios del cuerpo que estaban protegidos por la ropa!



    ¿Tiene olor el frío? 


      ¿Por qué un postre no huele a nada cuando está dentro del congelador, si nos olió tan bien durante la preparación?


      Materiales necesarios
      1 recipiente con agua
      1 tenedor
      2 vasos
      2 hojas de repollo o espinaca
      1 congelador
       





       La experiencia

      1. Parte con el tenedor las hojas de repollo o espinaca, dentro del agua del recipiente.
      2. Coloca el jugo del repollo, o de las espinacas, en los vasos.
      3. Coloca uno de ellos en el congelador durante dos horas.
      4. Luego de transcurridas las dos horas aspira el olor de cada vaso.
      5. ¿Observas alguna diferencia?
      6. Espera algunos minutos y huele de nuevo.
      7. ¿Obtienes el mismo resultado?  La explicación
      El jugo tibio huele fuerte y no muy bien, mientras que el jugo frío no huele a nada. El jugo que colocaste dentro del congelador recobra su olor mientras se calienta.
      Cuando el jugo está tibio las partículas que lo componen están agitadas y algunas escapan en el aire, hasta la nariz. Por el contrario, en el jugo frío las moléculas se mueven menos, hay muy pocas que se escapan y no huelen a nada. Hay que esperar a que el jugo tome la temperatura ambiente para que su olor circule en el aire.
           La aplicación
      Los alimentos congelados, como todavía están crudos, conservan su olor ya que el frío impide que las partículas olorosas se escapen en el aire. Nos damos cuenta cuando abrimos la puerta de un congelador; los alimentos colocados en el frío no lo inundan con su olor, salvo cuando son particularmente fuertes, como un melón o una salchicha ahumada, por ejemplo.



      Viajeros sin saberlo 
        A lo largo de varias generaciones, grupos de hombres prehistóricos podían efectuar desplazamientos muy largos. Sin embargo la mayoría de ellos no eran grandes viajeros. ¿Cómo era eso posible?


        Materiales necesarios
        1 hoja blanca
        1 lápiz
        1 calculadora 



        La experiencia

        1. Se sabe que el territorio de un grupo de hombres prehistóricos debía circunscribirse dentro de un radio de 50 Km. aproximadamente. También se sabe que las mujeres debían tener niños cuando eran muy jóvenes. Se puede estimar en 5 el número de generaciones en 100 años (5 x 20 años = 100 años). Si de una generación a otra los hijos se instalaban al lado del territorio de sus padres (es decir, a 50 Km.), ¿qué distancia representaría en 1000 años?
          La explicación

        El resultado es de 2.500 kilómetros. ¡Es la distancia que hay de Moscú a París!
        Los descendientes de un grupo que había vivido 1.000 años antes cerca del Mar Negro, podían muy bien encontrarse cerca del Atlántico sin dar nunca la impresión de haber viajado. Vivir a 50 kilómetros del sitio de donde se nace, no prueba un espíritu viajero.


        La aplicación

        Una duración de 1000 años es muy corta en comparación a los tiempos prehistóricos que se cuentan en centenares de miles, o en millones de años. Por supuesto, esto es un ejemplo teórico.
        Posiblemente hubo grandes viajeros durante la Prehistoria. Los investigadores disponen de pocos elementos para describir la vida de los hombres prehistóricos; solamente pueden construir modelos que probablemente son diferentes a la realidad que vivieron los hombres prehistóricos.




         















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